viernes, 4 de octubre de 2019

Paquetazo

A mis casi 50 años he visto como en mi país varios gobiernos usaron medidas económicas anti populares y siempre en favor de pequeños grupos económicos. A esto usualmente se lo conocía como el famoso "Paquetazo." 

Siempre me preguntaba el porqué el Ecuador debía subsidiar el precio del gas, los combustibles, ya que se decía eran gobiernos paternalistas que por su aparente populismo no se permitía desarrollarse a la altura de los demás países hermanos. 

Confieso que esperaba algún día terminen esos subsidios para que el dinero que se ahorrase el estado fuese aprovechado en educación, salud y disminución de la brecha económica entre las clases sociales, en otras palabras, combatir la pobreza.

No comprendo cómo el gobierno de Lenin Moreno no continuó la misma ruta de cambio de matríz energética que el anterior de Rafael Correa, si ya teníamos 8 hidroeléctricas que nos podían ayudar a salir de la dependencia del petróleo, por ende una vez teniendo transporte público y comercial funcionando con energía limpia como la electricidad al 100%, seguramente de forma gradual podríamos haber salido de esos subsidios sin el enorme impacto que esto el día de hoy está causando en el bolsillo de los ecuatorianos.

Ojo, esta no es una discusión de quien es mejor presidente o no, sino de sensatez y buen juicio en favor de todo el pueblo y no de unos cuantos. La reacción de la gente no se hace esperar y ha venido con aquello un gran Paro Nacional que ahonda los problemas de liquidez del estado...

Subirán no simplemente el precio de los pasajes de transporte comerciales y públicos sino también y peor, los demás productos de la canasta básica. En otras palabras, disminuirá nuestro poder adquisitivo con respecto al ingreso familiar.


Saldrán los agoreros de las desgracias, como también los salvadores de la patria...A ninguno de los dos les prestaré atención porque a mi edad he podido discernir de ellos en cada etapa de mi vida.

Ecuador, debemos construir juntos el camino al progreso, y me refiero a inversión en educación, salud, investigación e innovación...Sé que lo podemos hacer, pero sin los embusteros de siempre.



lunes, 8 de julio de 2019

¿Acaso la verdad importa?

De pequeño escuchaba en casa con mucha frecuencia la frase "una mentira por más pequeña que sea es del tamaño de una catedral"

Y es que mi abuelito siempre fue así, de esos personajes que casi no existen hoy, honesto hasta los huesos, de una sola voz y para quienes la palabra valía más que un contrato firmado ante notario.

Confieso que a pesar de lo mucho que nos enseñaba con su ejemplo de vida, no siempre obedecíamos sus preceptos y al llegar a nuestra adolescencia nos parecían caducos. Asumo, creería se debe al famoso ciclo de la vida...sí, ese en el cual en nuestra niñez nuestros padres eran unos superhéroes, en la adolescencia sentimos que "sabían algo pero no siempre tenían la razón", en la juventud "ellos no estában acorde a los tiempos actuales y se equivocaban", ya en nuestra adultez  (muchas veces cuando no estuvieran vivos) solemos decir "realmente mis padres eran sabios, cómo quisiera escuchar sus consejos hoy"

Toda la vida tratamos de justificar nuestras mentiras, grandes o pequeñas, blancas u oscuras, siempre intentando quedar bien para no hacer daño a otros o a nosotros mismos. Y esto de no decir mentiras no tiene nada que ver con la religiosidad de nadie, sino con esa parte intrínseca del ser humano, esa que te añade valor.

Vivimos en tiempos donde el mentiroso es visto como sabido (astuto) y el honesto como gil (tonto). La verdad es parte de nuestra integridad, aquella que no se ve pero va dentro de esa formación que heredamos y pasamos a la siguiente generación.

Lo sé, lo sé, nadie en el mundo jamás ha dejado de decir una mentira, lo importante es que ella no se convierta en parte de nuestras vidas, porque al final de cuentas LA VERDAD SIEMPRE SALDRÁ A LA LUZ.


viernes, 21 de junio de 2019

Perdido en el tiempo


Seguro alguna vez les debe haber sucedido que añoran el tiempo pasado porque están disconforme por su momento o situación actual. Y es que a veces nos invade el deseo de trasladarnos a esa época donde las cosas resultaban ser más fáciles para nosotros, por lo menos así lo recordamos.

En mi caso suelo trasladarme en el tiempo y pensar que estaba sentado con mis amigos de barrio conversando largas horas de trivialidades y reír sin parar. También saborear la comida de mi abuela que hasta ahora nadie pudo igualar sus recetas, o esas tardes tomando un café en familia viendo Tres Patines con mi abuelito y riendo todos juntos. Jugar pelota sin parar a diario, pues el cansancio no existía (hoy subir las escaleras me fatiga) y el salir a trotar en plena lluvia era lo más revitalizante.

Es que no puedo dejar de pensar que un beso bajo la lluvia es definitivamente el mejor de todos los besos y los cantantes de antes tenían la obligación de saber cantar como nadie. Las cartas de amor siempre llevarán consigo la dulzura eterna de una pasión que nunca se olvidará.



Porque nos cansamos de estar en el colegio, pero al salir lo extrañamos un montón, incluso a lo que nos molestaba...y qué decir de los compañeros de clase...amigos de por vida, bueno eso creía jajaja.

Bailamos tantas cosas divertidas con mucha alegría, mucha onda y de alguna forma cuidando respetar a la persona con la que compartíamos ese baile. Sé que quizá nuestros hijos ni se imaginan las horas de espera que solíamos pasar pegados al teléfono de casa aguardando esa llamada de u  ser querido, amiga o novia...¡Mamá, nadie me toca el teléfono que espero una llamada importante! - típica frase usada en las casas - y cuando sonaba el teléfono nos quedábamos horas conversando como si el mañana no existiera.


Estoy seguro que las generaciones actuales o las que vengan tendrán diferentes visiones con respecto a su pasado añorado, pero prefiero recordar lo maravilloso que fue el mio y saber que de todo aquello que viví y aprendí en buena parte lo pude transmitir a mi familia.


En fin, como alguna vez escuché a alguien decir "la tecnología (celular) nos quitó lo que siempre tuvimos, la comunicación,"

Ahora dime, ¿qué te evoca grandes recuerdos?